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Conceptos Básicos sobre peanas: Todd "Dead Dogg" Arrington Traducción de Killian Doyle

Cada miniatura acaba encontrando un hogar feliz encima de una de estas. Hacer peanas es ese pequeño paso extra que hay que dar para afianzar tu trabajo y es un paso que muchos tratan de minimizar para acabar antes.

Aunque hay muchas formas de acabar y pintar vuestras peanas personalizadas, voy a daros una visión de algunos de mis trucos personales sobre trabajo de peanas para ampliar (espero) vuestra propia reserva de trucos. Una cosa que debéis tener presente mientras leáis este artículo: habitualmente (no siempre) hago mis peanas separadas de la miniatura y después anclo la figura a la base cuando las dos están acabadas. En piezas grandes, como un jack pesado, suelo unir la figura a la base antes de hacer la peana. Todos estos materiales y técnicas sirven en cualquiera de los dos casos.

Principios básicos

El elemento más común entre los materiales para hacer peanas es la arena. Normalmente os daréis cuenta de que la grava comprada en tiendas y pegada con cola blanca a las peanas es el método más fácil. Yo intento evitar usar grava o arena comprada por un motivo muy sencillo: es demasiado uniforme y perfecta. Daos una vuelta por un bosque u otro paraje natural y no os encontrareis a la Madre Naturaleza creando terreno perfecto. Yo uso arena de la que se usa para mezclar cemento. Tiene una textura aleatoria y parece mucho más natural. Seguro que encontráis algún vecino haciendo cemento que os da una taza de arena, más que suficiente para las peanas de toda la facción.

Para pegar esta arena a vuestra peana sólo necesitáis cola blanca. Coged uno de vuestros pinceles viejos y aplicad el pegamento directamente sobre la base donde queráis que haya arena. Normalmente diluyo un poco la cola con agua, pero no demasiada. Más o menos 2 partes de cola por una de agua. Luego colocad la pieza sobre un recipiente lleno de arena y esparcid el material con una cuchara sobre las zonas cubiertas de cola. Después dadle la vuelta a la peana y dadle unos golpecitos con la cuchara al fondo de la base para eliminar cualquier exceso de arena que no se haya pegado a la peana. Ahora mirad la peana y fijaos si la arena se ha pegado en algún sitio que no queráis (por ejemplo fuera del anillo interior de la peana). Podéis quitarla con el dedo o devolverla a donde queráis. Si estáis pegando arena a una peana con una miniatura encima, es muy probable que se os pequen unos cuantos granos a los pies o botas. Coged una cuchilla y quitádselos o empujadlos hacia abajo para conseguir un aspecto más limpio y realista.

Superficies alternativas

La arena no es la única forma de crear texturas en vuestras peanas. Otro material que podéis usar y es fácil de encontrar es la harina de maíz, que funciona muy bien mezclada con la cola (el pegamento la absorbe cuando la aplicas).Otro buen material es la levadura, que puede crear una superficie de arena fina o una peana cubierta de nieve, según como la pintéis. Las peanas grandes tienen un problema, que la gente suele ignorar: una superficie perfectamente plana. Eso no es malo si se pretende un aspecto de “hecho por el hombre”, pero no reproduce bien una superficie natural. En las peanas más grandes me gusta usar masilla verde para añadir unos cuantos relieves suaves y graduales para mejorar el aspecto de algo natural.

Añadiendo textura

Una vez que hayáis hecho unas cuantas peanas sólo con arena os picará el gusanillo de intentar añadir algo más. La arena de cemento tiene algunos granos algo más grandes y que dan el aspecto de de piedras más grandes en vuestras peanas, pero si queréis algo en diferentes formas y tamaños probad arena de gato. La arena de gato tiene más aristas y es más rugosa que los granos redondeados de la arena para cemento. Simplemente escoged algunos trozos y pegadlos a la base inmediatamente después de aplicar el pegamento, luego esparcid la arena para cemento por encima de la peana como antes. Así tendréis una peana con más textura sólo con un simple paso más. Podéis pintar estas “rocas” del mismo color que el resto de la arena de vuestras peanas o cambiarlo un poco para conseguir un poco de contraste y darle vida a las bases.

Otro modo de añadir más textura que lleva algo más de tiempo al principio es hacer piedra estratificada. Yo cojo masilla verde y hago una lámina plana de 1’5 mm. De ancho, con un cilindro de metal y un poco de aceite para evitar que se pegue. Después de dejar que se cure durante 24h, la lavo con lavavajillas para quitarle todo el aceite. Con esto tendréis una lámina grande de la que podéis romper pequeños trozos y usarlos en vuestras peanas en cualquier momento. Casi siempre monto trozos unos encima de otros para un aspecto por capas o pongo un solo trozo en una textura de arena para conseguir un aspecto más natural. En ese caso siempre pego la “losa” a la peana antes de hacer nada más. Se pueden pintar con cualquier color con aspecto de roca y casan bien con cualquier tipo de peana. Algunos ejemplos de color son un gris neutral intenso o un esquema beige claro y marrón rojizo para imitar arenisca.

Vegetación

Los toques finales de una peana pueden incluir algo de vegetación. Una versión común es el césped electrostático, un producto que podéis encontrar en tiendas y se pega con cola blanca. Me gusta combinar varios colores para un aspecto más natural. A menudo escojo un color principal, uno más claro y otro más oscuro y los combino de la siguiente forma: dos partes del color principal, una del oscuro y otra del claro. Usar césped electrostático es tan simple como echar cola blanca con un pincel viejo y esparcir el césped sobre el pegamento recién aplicado. Yo uso un recipiente pequeño lleno de mi mezcla y pongo la miniatura encima, luego uso unas pinzas para esparcirla. Una vez aplicado saco la miniatura, le doy la vuelta y le doy unos toques en la peana para quitar el exceso de césped. Después sólo tenéis que soplar suavemente desde abajo para poner el césped de pie, dejadlo secar varias horas para que el pegamento se seque del todo y listo. Probad a ver cuánta superficie de la peana os gusta cubierta de césped, desde un parche o dos a una pradera cubierta de él. Sin embargo recordad: Usadlo para darle vida a vuestra miniatura, no para taparla..

Otras alternativas que pueden dar aspecto de hojas muertas y humus pueden ser hojas de té, orégano y/o una mezcla de ambos. Aplicadlos como el césped para un efecto interesante.

Colores

Pintar bases es tan simple que sólo requiere tres pasos, pero tendréis que decidir los colores para esos tres pasos, porque sólo vosotros sabéis lo que quedará mejor con el esquema de vuestro ejército. Casi siempre uso un marrón claro cálido, después un lavado intenso de un marrón muy oscuro cálido y finalmente, después de que el lavado se seque bien, un pincel seco ligero de un marrón algo más claro que la capa base. A menudo tiendo a usar un color que tire más al amarillo en este último paso para enriquecer el efecto general. Los colores que escojáis dependerán del esquema de vuestro ejército. Escoged algo que haga resaltar vuestro trabajo, no que lo esconda. A menudo un color que contraste servirá; incluso algo tan simple como claro vs. oscuro funcionará. Tratad de experimentar para encontrar los colores que os gusten.

Otra de mis costumbres personales es elegir algunos granos que parezcan piedras pequeñas en la peana y darles un toque de color para romper el esquema general de la base. Esto puede ser tan simple como una pincelada de rojo oscuro o azul marino en algunos puntos para darle riqueza.

En general, las peanas son un modo muy fácil de personalizar vuestras figuras. Tomaos vuestro tiempo para intentar cosas diferentes y añadirle ese toque. Redondeará vuestro ejército y lo convertirá en algo realmente vuestro.

--Dead Dogg--